Estoy aterrizando, literalmente, regresando de una semana intensa de trabajo en Santiago de Chile. Ha sido mi primera visita a este hermoso país y parece que no va a ser la última.

Como ya les anunciaba, he asistido al I Congreso Internacional de Lectura y Primera Infancia que organizan Ibby Chile y la Fundación Entrelíneas, financiado por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.

Hay diferentes formas de participar en un Congreso: o bien te invitan como ponente para que ofrezcas una conferencia o similar, o abren la convocatoria para que cualquier persona que lo desee pueda presentar una experiencia o ponencia. En este último caso, seleccionan las que les parecen y pasan a formar parte de mesas de experiencias o de debate. Este Congreso se presentó y abrió convocatoria en el mes de mayo. Vi que era el primero que se celebraba en el país sobre el tema y no conozco ningún otro que se desarrolle de forma similar en España, así que no me lo pensé y envié propuesta para hablar de las sesiones de Bebecuentos en Tenerife.

En julio me dijeron que, de 200 propuestas presentadas se habían escogido 38 y que la mía era una de ellas. Supe entonces que la compañera Soraya Herráez de Unpuntocurioso también había presentado ponencia para participar, así como Carolina Barreira, que cuenta para bebés en Madrid.

Con esas, revisé y preparé la presentación que había desarrollado para el Foro de Literacidad y Aprendizaje en 2017 en Madrid, añadí algunas cuestiones y allá me fui. Allá nos fuimos.

El Congreso se desarrolló durante los días 8 y 9 de octubre.

La primera mañana nos dieron la bienvenida las organizadoras: Primero habló Constanza Mekis presidenta de IBBY Chile, que, entre otras cosas, comentó que Ibby se creó hace más de 50 años porque los niños necesitan libros y los libros son un puente hacia la paz y el entendimiento. Compartió estas palabras de Marta Brunet que transcribo: “Contar un cuento es tal vez la operación más maravillosamente vital de cuantas corresponden a una educadora. No está añadiendo conocimiento a un ser sino suscitando a ese ser, incitándolo a realizarse. El cuento eficaz comienza por la última palabra, donde comienza la libre iniciativa del niño, que de pie a una exploración, conversación y muchos otros libros.”

Por otro lado, Constanza Ried y María José González, directoras de la Fundación Entrelíneas, comentaron que animar a formar lectores competentes y críticos es lo que las hace trabajar porque los pequeños son sujetos que tienen derecho a la lectura, al germen lector, y que cualquier intervención social y mediación de la lectura es también un acto de amor.

Ambas mañanas, después de las presentaciones, se comenzó con las palabras de mujeres que venían representando al Ministerio de Educación y al Ministerio de Desarrollo Social. Fue muy interesante, escuchar a la primera, María José Castro Rojas, comentando que la experiencia de la lectura en niños y niñas se puede promover desde muy temprano porque los bebés desde el vientre decodifican símbolos, empiezan a leer a través de los sentidos, por lo que hay que ofrecerles lecturas de calidad y aprendizajes significativos con diversidad de recursos. Habló del rol del mediador, del papel protagónico de familia y parvulario. Defendió que es preciso conocer los libros, las temáticas, y que hay que contar con más mediadores para multiplicar el beneficio de la lectura en los niños, pero a través del pensamiento critico y con mirada creativa frente a los desafíos. Dijo que los niños merecen las mejores y mayores oportunidades tempranamente, que su desarrollo no se debe hipotecar.

Escuchar a una mujer que se dedica a la política esgrimir semejantes argumentos ya fue un buen comienzo.

Evelio Cabrejo en la mesa moderada por Graciela Bautista

Después, conocer a Evelio Cabrejo Parra y escuchar su construcción poética alrededor de la literatura y la infancia fue uno de los puntos fuertes del Congreso. Su conferencia magistral titulada “Beneficios lingüísticos, cognoscitivos y culturales de la lectura en voz alta durante la primera infancia” incluyó palabras como estas:

“Al nacer, la voz es una vieja historia para el niño.”

”El niño se separa del cuerpo de la madre pero se aferra a la voz de la madre. La voz calma, sosiega acompaña, y el bebé ama la voz de la madre antes de amar a la madre misma. Luego se separa del cuerpo de la madre pero se aferra a su voz”

“El destino individual y social de cada niño está contenido en la lengua oral.”

“Todo padre y madre debe completar el proceso de procreación dando a los niños la lengua oral.”

Evelio es el vicepresidente de ACCES (Acciones Culturales Contra las Exclusiones y Segregaciones), una empresa francesa que dirige su trabajo a colectivos en riesgo de exclusión social cuyo objetivo es mejorar las condiciones de adquisición de la escritura y la lectura gracias al descubrimiento de la lengua escrita desde la primera infancia. Una maravilla.

La mañana del día 8 acudí también a una mesa de debate titulada “Hacia una mirada crítica a la literatura para la primera infancia”, que moderó María José González.

En esta mesa descubrí tres investigaciones interesantísimas que quiero compartir brevemente:

Por un lado, Alida Mayne con su ponencia “¿Hay literatura en los libros para la primera infancia?

Por otro lado, “Racismo en la literatura infantil”, por Macarena García.

Por últiimo, “Tendencias premiadas en las ilustraciones en el libro álbum español”, a cargo de Marta Larragueta.

Alida comentó, entre otras cosas: “Lo que buscamos en la literatura para niños es que apele a las más diversas experiencias en vez de que se centre en la idea de que la literatura debe ser solo de una manera o abarcar una sola cualidad estética. Es preciso acercarles obras que despierten experiencia estética, experiencia en pensar nuevas ideas, de nuevas formas, a través de pensamiento divergente.”

No podría suscribir más sus ideas sobre la importancia de que los libros no sean simplistas ni estén basados en el prejuicio de que los niños no saben o no entienden. ¿Cómo podrían tener experiencias, entonces, si les limitamos? También su comentario sobre esperar una única respuesta de la lectura. Pretender que solo haya una respuesta correcta es injusto y contradictorio, no permite pensar fuera del molde. Y, sobre seleccionar unos temas para hablar a los niños y dejar otros, dijo: “¿Hay temas que dejar fuera? ¿Cómo sabrán entonces que existen? ¿No les estamos acompañando? Por eso hay que conversar, guiar, no imponer y no subestimar”

Macarena, por su parte, presentó una ponencia sobre una investigación que está realizando sobre el racismo en la literatura infantil, analizando las ilustraciones de un corpus determinado de libros y valorando qué cantidad de ellos presenta solamente personajes blancos, alegando que apenas hay presencia en los álbumes de personas de otro color, y casi ni hablar de la posibilidad multiracial.

Marta, para terminar, compartió un breve resumen de la tesis que está a punto de publicar, en la que analizaba un corpus de libros premiados entre 2000 y 2017 (cien libros), analizando diferentes aspectos de las ilustraciones y los textos y reflexionando sobre los criterios en los procesos de producción y canonización del libro álbum, preferencias y necesidades público infantil (construcción de la infancia), lugares comunes y prejuicios en la LIJ.

El día 9 fue de un nivel de intensidad impresionante. Soraya y yo compartíamos mesa de debate a las 12:30, y antes de eso disfrutamos y nos emocionamos con el trabajo que expusieron en sendas conferencias, Ana Paula Mathias (Brasil) y María Victoria Peni (Chile).

La primera hizo un interesante despliegue hablando sobre los libros juguete, comentando que hay diferentes tipos y que algunos contienen literatura y otros muchos no. Defendió que los libros juguete que son literarios abren campo a la expresión, y cuando no tienen calidad no logran sostener la atención participativa y la motivación. Cuando la interactividad es condicionada la acción es mecánica y se agotan antes de crear un enlace con ellos.

Es bueno que estemos atentas a los libros que están creados para el consumo de moda, libros de consumo rápido, libros interactivos con propósitos vagos, frágiles en contenido, libros aburridos, mediocres, con historia tonta. Libros de visualidad estética pesada, con faltas de ortografía, que tergiversan concepciones clásicas o libros multimedia que fatigan al lector.

María Victoria, por su parte, habló de su experiencia dirigiendo un centro lector en Osorno, al sur de Chile. Lo que más me llamó la atención de su ponencia no fue ya la fantástica experiencia que compartió, sino los rasgos de personalidad que se dejaban translucir por sus palabras, que tan importantes son a la hora de emprender, de convencer a políticos y gestores culturales de las ideas de las que una está convencida. Me llevé su alegría, su sentido del humor, su sabiduría, la forma en la que se apasiona y se expresa y comparte, con una inteligencia sublime y un corazón enorme con una capacidad de trabajo inverosímil y una calidad en su propuesta digna de ser compartida.

Soraya Herráez de Unpuntocurioso

Y por fin dieron las 12:30 y pudimos compartir nuestra experiencia en España. La primera ponencia de nuestra mesa fue la de la compañera española Soraya Herráez de Unpuntocurioso. En su charla dio a conocer a los presentes “Un punto de cuento”, un programa bimensual de promoción de lectura y creatividad dirigido a grupos de 10-15 familias con bebés de entre 6 meses y 3 años donde la lectura lo que hace es ser un vínculo de comunicación entre el niño y el adulto. La lectura se presenta a través de diferentes formatos: oralidad, libro, música, tecnologías y creatividad. A través de esta metodología propia, trabajan los diferentes ejes temáticos acordes a la psicología evolutiva del bebé, sus intereses y ritmos.

Después participaron Marcela Mondaca y Eva Passig con “Guaguacuentos”. En Chile llaman “guagua” a los bebés, no a los autobuses, como hacemos en Canarias y Cuba. Si no, parecería que hablaban de Bibliobus. Pero no. Su ponencia fue sobre la experiencia de fomento lector que están llevando a cabo para bebés, niños y niñas en la Biblioteca de Santiago, con unos espacios de bebeteca (guaguatca) envidiables, que ya quisiéramos en nuestras mejores bibliotecas. Espacios diáfanos, preparados para recibir a familias en un entorno acogedor rodeado de libros y con sesiones de cuentos para bebés todos los días a las 4. Una maravilla.

Terminé yo hablando de los Bebecuentos en Tenerife. Compartí la experiencia que llevamos a cabo desde hace seis años en las Bibliotecas de Tenerife Isabel Bolívar y yo. Hablé sobre el objetivo de las sesiones, el modo de funcionamiento, el proceso creativo y muchas otras cuestiones relacionadas, y compartí la breve investigación que llevé a cabo hace unos años enviando un sencillo cuestionario a unas 50 familias, que valoraron las sesiones y los cambios a nivel de atención, memoria, relación social, desarrollo de vocabulario, préstamo bibliotecario, compra de libros, presencia de la lectura y narración en el hogar y algunos otros aspectos tras acudir a las sesiones.

Se abrió un turno de preguntas bastante largo en el que nos dio tiempo a exponer algunas cuestiones que quedaron pendientes en la ponencia, y en la que, aún no sabemos cómo terminamos contando y cantando. Fue una experiencia fantástica sentirnos escuchadas y queridas.

Ediciones Liebre: Paloma Valdivia y Mónica Bombal

Esa tarde, después del almuerzo, disfrutamos del taller que ofreció la Editorial Liebre, a cargo de la ilustradora Paloma Valdivia y de Mónica Bombal. Fue una exposición muy amena, llena de sentido. Da gusto conocer a una editorial nueva creada por dos mujeres jóvenes cuyo objetivo es acercar a los niños y niñas libros de calidad que ofrecen una experiencia altamente estética y literaria y que permite múltiples lecturas.

Nos presentaron una colección que ha salido hace poco y que ese mismo día ganó los White Ravens, que reseñaré más adelante. ¡Un lujo!

Se clausuró la jornada y el Congreso con una charla de la gente de Tikitiklip, de la mano de Paz Puga, que es diseñadora y desarrolladora de contenidos educativos y audiovisuales y llevan un interesantísimo proyecto en el que hacen videoclips con textos de Uribe musicados y con animaciones hechas con diferentes elementos de la artesanía tradicional chilena. No se lo pierdan.

Constanza Ried Silva, directora de Fundación Entrelíneas, cerrando el Congreso con todos los ponentes y organización en escena.

El Congreso, entre horas, (antes de comenzar por la mañana, después de comer o justo antes de terminar) estuvo amenizado por la narración oral de diferentes narradores y narradoras que forman parte del Círculo de narradores orales de Chile o de la Casa Cuento. Fue una oportunidad maravillosa para saber cómo trabajan.

Un regalo extra fue la presencia de Emilio Lome, narrador mexicano que llevó a cabo una ponencia fantástica y muy emocionante (que no pude escuchar aunque supe luego de ella) pero pudimos disfrutar de su arte cantando y contando.

Emilio Lome, animando el cotarro

Fueron dos días muy intensos de encuentros. Puse cara a gente que había conocido a nivel virtual (Carolina, qué maravilla conocerte, gracias por tu generosidad) y pude hacer en algunos ratitos piña con las compañeras españolas, miren qué ramillete de alegrías.

Con Soraya Herráez y Carolina Barreira

El viaje continuó haciendo turismo por Santiago, Valparaíso y Viña del mar , donde pasamos tiempo haciendo algunas visitas culturales de la mano de dos fantásticas y generosas mujeres: Patty y Patty, una profesora de la Universidad, que forma a docentes, y otra, narradora.

Así, regresamos el sábado a Santiago a encontrarnos con Andrés y Nicole, de La Matrioska-Narración Oral.

Nos invitaron a contar en la población de La Victoria en la Biblioteca Popular Pedro Mariqueo, una actividad coordinada por ellos junto a la biblioteca, que consiste en que dos veces al mes gente de esta población vulnerable que apenas tiene acceso a la cultura puede escuchar cuentos por parte de narradores que vienen de diferentes partes del mundo y, claro, de Chile.

Contando con Soraya

Escuchar cuentos para personas adultas en Santiago de Chile es algo que puede pasar todos los días y el sábado no iba a ser menos. Pudimos disfrutar de los cuentos contados por Andrés Montero y tres compañeros más en un delicioso local cerca de la cordillera: el kahuin.

Después ha tocado despedirnos, con toda la pena, diciéndole al país y a toda esta gente bonita “hasta pronto”.

Con Andrés Montero y Nicole Castillo, La Matrioska.

Ha sido agotador, intenso y maravilloso. Y así hemos estado, escribiendo y trabajando para poder contarlo durante las horas de avión. ¡¡Hasta pronto!!