¡Buenas tardes! 
El día
de hoy lo cuento hoy porque tengo tiempo libre. El primer día con tiempo desde
que llegué. No creo que siga escribiendo el diario por días mucho más tiempo,
sino que iré contando solo las cosas interesantes. Pero claro, al llevar aquí solo
tres días, para mí todo lo es.
Hoy ha
amanecido muy frío. Afuera hay unos 5 grados y llueve. Está nublado desde que
amaneció y mis aires canarios aún no se acostumbran. Iba a salir a pasar el día
de turisteo, ya que tengo todo por ver, pero qué va, se me congelaron las intenciones, así que compré verduras, preparé un potaje y me he afincado en
la casa el resto del día. Mañana será muy movido así que mejor coger fuerzas.

David
tiene un salón que aún no había disfrutado y que merece mucho la pena, así que
he aprovechado que he estado sola y he estado investigando.  Poder tocar el desafinado
piano es un regalo, y he empezado a aprender a tocar lo que él llama MELODEÓN.
Un acordeón diatónico con botones y no con teclado como el que yo tengo. No
sabía cómo funcionaba, así que me he pasado media tarde investigando los
sonidos y ya he dado con algunos tonillos lo suficientemente melancólicos como
para acompañar a los días así. Después he pasado la tarde viendo algunas de las
conferencias de las I Jornadas Internacionales “Tomo la palabra: mujeres, voz y
narración oral”. Se celebraron en Madrid en Octubre, y llevo todos estos meses
con la tarea pendiente de verlas. Con dos tardes más así, me pongo al día. Me
ha gustado especialmente esta: narradoras y repertorio.
En fin,
les saludo desde el sillón rojo de señora, no desde la kitchen, que está muy
fría. Hasta mañana!