Esta
mañana ha amanecido lloviendo y con menos de 8 grados. Desde ayer tenía el plan
de ir a las 10:30 a la Biblioteca Central, a su sección infantil, para ver qué
era el BOOKBUG (la traducción sería algo así como Ratón de biblioteca). Les comentaba el otro día que había leído que se hacía esa
actividad en la Central Library pero que no sabía en qué consistía. Pues bien,
definitivamente, son bebecuentos. Mamás y papás con sus niños y niñas menores
de dos años y medio (al menos hoy), compartieron durante media hora canciones,
historias e instrumentos percusivos con la bibliotecaria. Sí señor, con la
bibliotecaria.
Dentro
de sus actividades, no de la de todos, sino de las de algunos miembros del
personal, se encuentra el dinamizar este tipo de acciones. No sólo en la
Biblioteca Central sino en algunas más.
Cuando he
preguntado si normalmente contratan Storytellers (cuentacuentos) para este tipo
de actividades, le ha extrañado. No, las hacen ellas mismas, al menos las
dirigidas a los bebés, que era de la que estábamos hablando.
Fascinante.
Casi no me dejan entrar porque no llevaba bebé, y había que sacar un ticket a
la entrada, aunque había bastante espacio hoy. Normalmente parece ser que
vienen unas 25 familias. La sesión estuvo llena de Nursery Rhymes, una historia
muy divertida titulada “A shark in the park” y algunas canciones-juego de
movimiento y cosquillas con los niños.
Aproveché
para sacar la tarjeta de la biblioteca y para descubrir que solo en Edimburgo
hay 29 bibliotecas. 29. Ahí queda eso. Aunque solo un par de ellas tienen una
sección infantil tan grande y bien organizada como la Central.
La
próxima tarea será indagar en algunas otras bibliotecas donde hacen este tipo
de sesiones. La bibliotecaria, muy amable, me ha regalado un libro de canciones
infantiles que me será muy útil.
Al
mediodía, después de comer, vino a la casa de David Janis Mackay, una de las
narradoras que escuché el primer día que estuve aquí en la sesión Sassie
Lassies, y que resulta que también es escritora de libros juveniles. Vino a la
casa para que David le hiciera una entrevista sobre el lanzamiento del último
libro que ha escrito, WILD SONG, y allí me quedé, en una esquina, espiando
calladita cómo grababan la entrevista y qué contaba sobre la creación del
libro. Ya les digo que para tener oferta cultural no me hace falta salir de
casa. No puedo ser más suertuda.
Calum Lykan en una de las salas del SSC
Y finalmente, para
terminar el día, he acudido al SSC (Scottish Storytelling Centre) a ver al
narrador Calum Lykan contando en una sesión titulada BRAVE AND FREE:
TRADITIONAL TALES OF SCOTLAND. La entrada costaba 6 libras, unos 9 euros, y ha
sido estupenda. He entendido… tres cuentos de seis, lo que no está nada mal,
aunque dos de ellos los he entendido porque los conocía en español… pero bueno,
menos es nada! El narrador era un hombre grande, tatuado, con su falda escocesa
y su voz potente y su acento scottish repleto de erres muy prrronunciadas al
estilo de frrree, rround, rrrich… y así. Muy energético, expresivo y
entusiasta. Fue un placer.  Hablando con él ha resultado ser un discípulo
de David. Si es que… todo queda en casa, jeje.

Y de postre, para después de la cena, una historia sobre John Muir, y una breve explicación sobre lo que son los Kelpies, todo contado por David, criaturas fantásticas pertenecientes a la mitología celta, seres del agua que se aparecen con forma de fuertes caballos y que moran en los lagos escoceses (lochs), y que, para más datos, son malos malignos.

En fin,
mañana más. Saludos desde la kitchen, que está repleta de experiencias buenas y gracias por estar ahí!