2 Jornadas, 2 charlas
La pasada semana toda la gente cuentera estuvo de celebración.
El día 20 de marzo festejamos el Día Mundial de la Narración Oral con la I Jornada de Narración Oral de Canarias organizada por la Asociación Tagoral.
En esta completa crónica, el compañero Antonio Conejo, también presidente de la Asociación y miembro de la Comisión organizadora de la Jornada, explica bastante bien en qué consistió la misma.
Tuve la suerte de participar como ponente llevando a cabo una charla/reseña titulada “La situación de la Narración Oral en Canarias” dentro de las actividades que tuvieron lugar por la mañana.
Y digo que fue una suerte porque llevo mucho tiempo queriendo escribir sobre la historia de la Narración Oral en las islas. Este es un trabajo arduo, que requiere la recopilación de muchísima información entrevistando a gran cantidad de personas de todas las islas.
Por cuestiones de tiempo, para esta ocasión no he podido profundizar tanto como hubiera querido, pero considero que pude desarrollar un esquema bastante aproximado de los inicios de la Narración en Canarias y un repaso de su situación hasta hoy.
Desde que, en 1989, Garzón Céspedes llega a Gran Canaria y comienza en 1990 el Festival Cuenta con Agüimes, hasta en 1993 que nace La Noche de los Cuentos en La Laguna y posteriormente en 1996 el Festival Internacional de Los Silos, pasando por la programación de la Biblioteca Insular de Gran Canaria en base al trabajo llevado a cabo en el Maratón de Cuentos de Guadalajara y los inicios del Festival Verano de Cuento de El Sauzal, hay mucho que contar.
El cuento llegó a todas las islas gracias a las extensiones del Festival de Agüimes y arraigó debido al buen trabajo de muchas bibliotecarias y concejalías implicadas.
Así, con un desarrollo diferente en cuanto a Narración Oral en cada isla llega la crisis y posteriormente comienza un movimiento de asociacionismo y unión en Canarias. Nace el Movimiento de Narración en Gran Canaria, la Asociación Tagoral, y se celebra en 2014 el primer Encuentro de Narración Oral de Canarias. Así hemos llegado hasta hoy, también con Festivales jóvenes como Encuentracuentos (Tenerife) o el Festival Palabras al Vuelo (Lanzarote), con programaciones estables en Bibliotecas como Arucas, Biblioteca Insular de Gran Canaria, Telde (Gran Canaria), El Paso y Garafía (La Palma), Corralejo (Fuerteventura), Arrecife (Lanzarote), Biblioteca Pública del Estado de SC, Biblioteca Municipal Central (TEA), Biblioteca de La Laguna y Bibliotecas de El Rosario (Tenerife).
Espero pronto poder tener un artículo completo y enjundioso que compartir con las personas a las que les interese.
Muchísmas gracias a todas las personas que respondieron a mis preguntas para poder esbozar esta charla: Cristina Temprano, Bonaí Capote, Antonio López, Diego G. Reinfeld, Antonio Fumero, Antonio Conejo, Pep Bruno, Mercedes (Biblioteca Tías), Asunción Arrocha (Biblioteca Pública Estado de SC), Pancho Bordón, Dolores León (Biblioteca Arucas), María Buenadicha (artículo publicado en AEDA).
Por otro lado, el jueves 21 participé en las II Jornadas de Innovación Educativa que organizó el CEP (Centro de Formación para el profesorado) de Santa Cruz de Tenerife. (Pueden revisar todo lo que sucedió con este Hashtag: #JIEcepsantacruz )
Me invitaron a hablar durante una hora y cuarto sobre “El arte de contar historias” ante unos 50 profesores y profesoras que trabajaban desde infantil hasta secundaria.
Y hablamos de la importancia de la narración desde tiempos inmemoriales, del lugar de donde vienen las historias, de cómo y para qué las seleccionamos, de cómo las contamos y de si podemos utilizar algunos recursos (libros, instrumentos, nuestro propio cuerpo) para hacerlas llegar mejor según el contexto y el tipo de público.
Resultó una experiencia fantástica y estoy muy agradecida a Lourdes del Toro (asesora del CEP) por haber confiado en mi trabajo.
Y así se sucedieron estas dos jornadas seguidas, cada una con su charla. Es una verdadera suerte poder contar con estos espacios porque invitan ya no solo a visibilizar y compartir esta profesión, sino a reflexionar, y al hablar en voz alta sobre lo que pienso y lo que hago, siempre le otorgo otro valor.
En fin, seguimos. Mil gracias.