Hace un par de semanas tropecé en la Bebeteca de la Biblioteca Insular de Gran Canaria con estos libritos y no quería dejar pasar más la oportunidad de comentarlos por lo diferentes que me parecieron. 
 

 

Colección “Mis animalitos”, de Édouard Manceau, Ed. Patio

 
 
Están dirigidos a niños/as de 0 a 4 años. Son de tamaño pequeño, nos caben en la mano. Tapa dura y hojas de gramaje grueso (no cartoné). 
 
Están creados por el francés Édouard Manceau, editados por PATIO en 2015. 
 
A priori no me mató de emoción ni el formato ni las ilustraciones. Ni siquiera la tipografía. Sin embargo, me encantó el contenido. 
 

 

Estos libros contienen pequeños cuentos etiológicos (relatos en los que se explica el origen del mundo, de los animales, de las cosas…) que desarrollan el motivo por el que los animales son como son. 
 
Todos comienzan presentando al personaje: ahora los camellos son así, pero antes no. Y nos muestra cómo eran. El elefante no tenía colmillos, el león no tenía melena, la tortuga no tenía caparazón.
 
Al igual que nuestros ancestros inventando mitos para explicar el mundo, Édouard ha disfrutado creando estos libros del modo más simple posible para acercarlo a los más pequeños.  
 
Todos los libros tienen un protagonista animal, llamativo para los más pequeños y, como suelen, con una característica física peculiar que Édouard convierte en el elemento que se modifica. A nuestros protagonistas les sucede algo: fenómeno atmosférico o consecuencia de las acciones del animal, que provoca un cambio negativo, un problema. Un personaje humano (niño, barrendero, pescador…) le auxilia y el animal queda transformado del modo en que lo conocemos ahora.
 
 
 
Me ha llamado especialmente la atención que el nombre de los animales corresponde al sonido onomatopéyico que emite el elemento motivo del cambio. Por ejemplo Clas, el sonido del casco que colocan a la tortuga. Chof Chof, el sonido de la lluvia que moja al camello. Bum, el de la rueda que explota alrededor de la cabeza del León. 
 
Historias sencillas, con algo de suspense, que despiertan nuestra curiosidad como lectores y la de nuestros pequeños. Nos reímos pensando en la ocurrencia que ha tenido el autor para concluir que el camello tiene dos jorobas porque un niño le tendió para que se secara y así se quedó deformado. 
 
Es una colección divertida, para acercar un tipo de historia diferente a nuestros pequeños, para tener cerca. Si la encuentran o la conocen, ¡cuéntenme qué les parece!
¡Seguimos!