Buenas tardes, familia, cuánto
tiempo sin escribir. Bueno, se me ha hecho largo porque he querido contar cosas
y no he podido o no me han dejado las ganas. Esta noche cumplo cuatro semanas de
estancia en esta preciosa ciudad y tengo muchísimo que contar. Estoy celebrando
mi mes con un “cola cao” caliente con munchmallows. No he probado aún el Haggi,
la comida típica de aquí, pero ya me manejo de maravilla con las guarrerías.
Aquí en la kitchen está Helene, mi compañera de piso cantante, que ha decidido
plantar un huerto en la cocina y lo tiene todo repleto de cubos con tierra y
muchas esperanzas. En fin.

Vamos a ir por partes, y así
les cuento un poco de todo.

En primer lugar, el momento turístico. ¡Qué maravilla de
ciudad! No sé si lo había dicho ya, pero me fascina. Uno puede estar en el centro
y en diez minutos sentirse en mitad de un bosque, con un riachuelo o un lago al
lado. No he parado de decir en mis paseos que en esta ciudad los niños y los
perros son los más felices (cuando hace buen tiempo o como llamen aquí al no
llover y no salir volando debido a las rachas de viento). Cuánto espacio verde,
explanadas enormes de césped, montaña, parques, cementerios (sí, los incluyo
porque son como parques aquí, llenos de gente haciendo picnic, yo entre ellos).
Les dejo algunas imágenes de los lugares en que he estado.

Arthur´s
seat.
Una colina de 251 metros de alto desde la que se puede
observar toda la ciudad. No tardas nada en llegar porque está justo al lado del
Holyrood Palace, donde viene a veranear la reina… justo al final de la calle
principal de la parte vieja de Edimburgo, la Royal Mile. Va mucha gente a
correr, a pasear a los perros, a caminar… Dice Wikipedia que la traducción es
EL ASIENTO DE ARTURO, y que piensan que puede haber sido una derivación de
Archer´s seat, el ASIENTO DEL ARQUERO, por su posición de defensa de la ciudad.
Quién sabe. Aquí una imagen del laguito junto a la montaña.

Water
of Leith walkway.
Qué cosa más bonita, por favor. Es un paseo que
comienzas en plena ciudad, y consiste en unos 10 kilómetros de camino hasta la
desembocadura del río en Leith, una ciudad portuaria que en un tiempo fue
independiente de Edinburgo. El paseo es tranquilo, se puede hacer en bicicleta
también, y está repleto de maravillosas vistas. Cuando caminas sin grandes
expectativas es  maravilloso el nivel en
el que puedes llegar a sorprenderte. Yo lo comencé en Stockbridge. Descubrí un
puente del siglo XIX, zonas frondosas y que pasaban muy cerca del agua, alguna
cascada inesperada, áreas amplias de hierba repletas de bancos con placas en
memoria a seres queridos, la llamada Dean Village, un pequeño pueblillo de
molinos de agua al borde del río… hasta que llegué al National Gallery of
Modern Art. Luego pasé por el Dean Cemetery y volví a casa por el mismo sitio.
El próximo día soleado que lo pasee me gustaría llegar hasta su desembocadura y
conocer Leith.

Mary
King´s Close.
Durante la Edad Media, cuando en el siglo XV la
ciudad se encontraba amurallada y la población técnicamente hacinada dentro,
con dificultades para salir porque luego tenían que pagar un impuesto para
volver a entrar, se comenzó a construir pisos sobre las casas ya existentes… y
bajo las mismas. De esta manera, se creó una ciudad subterránea que aún hoy
existe y que se puede visitar. El Mary King´s Close es una de las principales
atracciones turísticas que se pueden ver en la Royal Mile. Esta calle principal
de la parte vieja de la ciudad está repleta de Closes, que son pequeños
pasadizos o calles. Necesitaría una entrada muy grande para hablar de todo
esto, así que espero retomarlo en otra ocasión. La cosa es que visité este
CLOSE en concreto, una zona que fue arrasada por la peste y donde murieron
cientos de personas. Merece la pena vivir la transformación de la ciudad desde
abajo, ya que toda esta zona está justo debajo del City Chambers, el edificio
del ayuntamiento. Es impresionante.
Bueno, dejo por ahora la parte
turística porque si no, no puedo contar nada más.

Momento
laboral.
He pasado toda la semana enviando application forms y
currículums y fascinada viendo la cantidad de opportunities y vacancies que
hay. Es increíble. Podía haber encontrado trabajo al tercer día de estar aquí
trabajando en sector de servicios. Pero buscar en mi área es mucho más
complicado. Sin embargo he tenido dos entrevistas esta semana. Una el lunes,
que fue para trabajar en un centro de adultos con discapacidad, que no fue muy bien
y de la que me han respondido hoy muy amablemente que no continuaría en el
procedimiento de selección, y otra ayer, en una guardería MONTESSORI con
proyecto educativo BILINGÜE español-inglés y que fue muy bien. El viernes tengo
un día de prueba trabajando en el centro y si todo sale bien me harían un
contrato provisional. Así que ilusionada y contenta porque podría, aparte de
ser Assistant Teacher en el centro, con niños de 18 meses a 5 años, contar,
cantar y demás en inglés, aparte de comunicarme con los pequeños. Ya les
contaré si finalmente tengo el trabajo.
Ah! Y me he ganado mis primeras
libras este domingo trabajando en el mercado de Stockbridge con los chicos de
las paellas. Espérense un poco que voy a volver haciendo unas paellas
valencianas de aúpa! Aquí imagen demostrativa, y para que vean que realmente estoy en este país, que si no, bien podría ser una engañifa! 

Momento
narradoril
. Este viernes acudiré a un evento que se celebra el último
viernes de cada mes en el Waverley Bar en la calle St. Mary, donde narradores
profesionales y amateurs y gente que disfruta de la narración se reúne y cuenta
cuentos. Tengo muchas ganas y mucha curiosidad.
Estoy asistiendo a todo taller
y sesión que puedo. Ayer fui a una charla de un escritor para niños y su nuera,
que era la ilustradora de sus libros. Hablaron del proceso creativo y de
autopublicarse. No me gustó mucho ni el estilo de uno ni del otro, pero fue un
buen ejercicio de inmersión. Aquí siento que no pierdo el tiempo nunca, vaya a lo
que vaya, porque me sirve siempre para mejorar el idioma.
Y el sábado pasado disfruté de
un taller titulado “Storytelling as a pathway to peace”, algo como Narración
como un camino hacia la paz. Fueron dos horas y media en la que una señora
Danesa llamada Inger Lise presentó un libro titulado como el taller y llevó a
cabo ejercicios relacionados con la conexión emocional que lleva a cabo el
narrador con el público y con la historia. Fue interesante y emocionante,
aunque ese día tiene que destacarse que amaneció así:

Y bueno, la parte social va de
maravilla. No callarse ni debajo del agua tiene muchas cosas positivas. Lo
mejor es que los únicos españoles con que me relaciono son los chicos de las
paellas y poco más, y el resto, angloparlantes. Es una suerte porque mucha
gente, al convivir con españoles o venir sin el idioma pasa mucho tiempo
hablando español y sin poder mejorar el nivel de inglés. Por cierto, empecé
este lunes en clases en el curso intensivo de un mes que hacen los profesores
que están haciendo sus prácticas. Más oportunidades para hablar y escuchar.


En fin, les dejo por un ratito.
Mil gracias por estar.