Buenas
noches a todos.

Hoy es
día de fiesta nacional, el día del trabajo, me levanté dispuesta a solicitar el
Número de la Seguridad Social o National Insurance Number y a buscar
información sobre academias de inglés a buen precio, sin enterarme de que era
festivo, así que tengo que posponer todo hasta mañana.
Por
suerte, por ahora cada día es una sorpresa, y unos amigos de David a los que
conocí hace unos días nos llamaron para ir a hacer un pequeño pateo por los
alrededores de la Rosslyn Chapel, muy famosa desde que aparece en las versiones
literaria y cinematográfica de El código da Vinci como una de las claves de la
búsqueda del Santo Grial. No entré a visitarla pero la vi por fuera.

El
paseo fue muy bonito y tranquilo. Pudimos disfrutar del paso del río ESK, del
verde, del sonido del agua, y de unas hojas de ajo que crecían por todos lados
y que deben quedar riquísimas en una ensalada. Sí, hojas de ajo, las
arrancabas, te las comías y sabían a ajo.

Y esta
tarde he ido a la Central Library a una sesión que formaba parte del TRADFEST
del que ya les he hablado, donde homenajeaban a un señor llamado Bob Bertram,
un importante folklorista escocés, poeta y cantante. La entrada era gratuita
aunque había que retirar invitación, cosa que no hice, pero la bibliotecaria me
dejó pasar. La media de edad allí era de unos 70 años y dos señoras muy bien
organizadas estuvieron cantando algunas de las recopilaciones de Bob y
declamando sus poemas. Muy interesante aunque no entendiera ni la mitad. La
gente cantó, le recordó y yo he sabido algo más.

Y poco
más, amigos, a la vuelta pasé por la calle Princess Street, llena de tiendas, y
no he dejado de sorprenderme de que los escaparates sean iguales a los de mi
isla: de verano. Mangas cortas, pantalones cortos, bolsos de colores… y la
gente por la calle con un abrigo y diez capas debajo. No entiendo nada.

En fin,
mañana será otro día, saludos desde la kitchen!