Buenas,
amigos. Entro hoy al blog para contarles que estoy viva. Muy viva. Me siento
viva por todos lados. Esa sensación de energía limpia y poco cansancio pese al
cansancio físico hace tiempo que no la sentía. Hoy he venido de trabajar en el
mercado con ganas de comerme el mundo. Hoy ha brillado el sol durante todo el
día y los puestos estaban repletos de fruta, postres, puestos de comida,
verduras, jabones, miel, especias, aceites, bisutería de lo más variada,
cuadros… y árboles. El mercado de los domingos en Stockbridge se celebra en un
parque pequeño repleto de árboles donde es complicado moverse porque se ponen
muchísimos puestos y es mucha la gente. Tanto es así que cuando empieza a
servirse la paella la cola que se forma bloquea los puestos vecinos y el
camino. En fin, días bonitos.

El
FRINGE ayuda muchísimo. Mañana termina este gran festival que ha conseguido
triplicar la población durante el mes de agosto y que ha tenido a todo el mundo
confuso tratando de elegir qué ver entre la gran variedad de ofertas. Unos 3000
shows en tres semanas. Una verdadera locura. Para que se hagan una idea, enlazo
AQUÍ un vídeo que ha hecho la alumna de inglés de un amigo escocés que es
profesor y que la ha acompañado a ver algunos shows. Se pueden hacer una idea
del ambiente que se respira en la ciudad. Cambia totalmente.

También
se está celebrando el Edinburgh Book Festival, y tanto ese como el FRINGE terminan mañana, con lo que la ciudad poco a poco irá volviendo a la
normalidad.

El
clima ha sido muy bueno el último mes y las temperaturas no han bajado de 15
grados, creo. Toda una fiesta. Los días se están haciendo más cortos: antes se
hacía de noche cerca de las once y ahora está anocheciendo a las nueve. Ains…
no quiero saber cómo será cuando se haga de noche a las 3 de la tarde…

 Me he quedado sola de nuevo en la ciudad,
aunque mis padres y una amiga vienen en dos semanas. Es genial tener gente aquí
con la que compartir esta ciudad preciosa. De verdad que es absolutamente
recomendable su visita. No sé qué hacen que no han venido!

He
podido ver durante el FRINGE muchos shows que han merecido realmente la pena.
Hubo dos que disfruté especialmente en el Scottish
Storytelling Centre: The secret life of suitcases y The man who planted trees.
Si pinchan
encima se harán una idea de en qué consistían. Me ha encantado ver propuestas
para público familiar con poder, buen hacer, buenas historias, fantástica
producción, ideas sencillas pero no estupidizadas para acceder al público
infantil. Una verdadera maravilla. También he visto algunas cosas horribles. El
otro día fui a ver una sesión de narración para adultos que fue un absoluto
desastre. No estaban contando sino lanzando una especie de ponencia con un atrezzo
infantiloide y sin gracia. Eran una narradora y un músico. Él participaba
también en la puesta en escena de los supuestos cuentos, pero de un modo forzado,
con pretendido humor fácil, aunque como músico… estupendo. Es lo que tiene el
FRINGE. Nunca se sabe. ¡Hay de todo! Vimos muy buena danza, teatro físico… artistas
en la calle, y, por supuesto, a Helene, mi compañera de casa, que ha estado
tocando cada noche sin parar durante tres semanas.

Mañana,
que termina el Book Festival voy a ver una ponencia titulada “A picture tells a
thousand words”. Una de las ponentes es Debi Gliori, muy conocida en España por
el libro SIEMPRE TE QUERRÉ. Se hará una discusión sobre cómo las novelas
gráficas y los libros ilustrados pueden acercar temas difíciles a los niños,
entre otras cosas. Muy interesante.

Y el
próximo sábado disfrutaré de un taller de 6 horas en el SSC sobre canciones,
historias y personajes al que cada niño de escocia debe ser introducido. Tiene
una pinta muy buena. Me encantaría organizar algo así en casa. Historias,
canciones, poemas sin los que un niño no debería crecer.

En fin,
les seguiré contando. Pero bueno, en resumen: estoy disfrutando cada paso que
doy en suelo escocés.

Mil
besos desde estos nortes.