Desde que leí “Como una novela” de Daniel Pennac quedé totalmente convencida de que el principio para animar a leer, fuera de formación, buenas intenciones, investigaciones, publicaciones más o menos exitosas o libros en formatos de lo más variados, es el básico: amar la lectura. Y Daniel, desde la primera página, nos enseña que el mejor animador -si no el único- es el que comparte sus lecturas en un acto de amor, sin más pedagogía que esa.
Al final del libro, Daniel enumera los 10 derechos del lector, en un capítulo titulado “El cómo se leerá (o los derechos imprescriptibles del lector)”. Hoy, deambulando por otros blogs, encontré en Comieron Perdices una sorpresa estupenda: los diez derechos que Pennac había escrito acompañados de ilustraciones de Quentin Blake.
Me encantó. Aquí lo dejo. ¿Mi favorito? El derecho a guardar silencio.