A punto de coger camino hacia unos pocos días de descanso, les dejo un ratito en EL PATIO DE DOÑA AMELIA.

Escrito por Arturo Abad, ilustrado por Leire Salaberría y editado en 2014 por ALBA, es una verdadera delicia para saborear despacito.

 

Las trabas de la ropa (pinzas las llaman en la península) son mi debilidad. Me encanta su forma sencilla y la variedad de utilidades que ofrece, me llaman la atención desde muy pequeña.

La cubierta nos muestra a Doña Amelia tendiendo. La contracubierta, el resto del tendedero. Las guardas, un sinfín de trabas libres de cualquier liña de ropa. La portada, un señor barbudo rodeado de pájaros sentado sobre lo que parecen piedras. Pero no lo son.

 

Este libro cuenta que sobre cada patio de la tierra existe un tendedero en el que los dioses cuelgan su ropa. Si las trabas se caen, puede que un dios despistado toque a tu puerta para recuperarla. Doña Amelia es la gruñona dueña de un hermoso patio y, debido a su humor, ningún dios quiere tender sobre él. Lo echan a suertes y le toca al dios Ramón tender sobre el patio de la señora. Es el dios de los gorriones y está siempre rodeado de ellos. Pierde pinzas, sí, pero los gorriones siempre las recuperan. Un día, sus gorriones comienzan a desaparecer. Cuando ya no queda ninguna y una pinza cae… tiene que ir a buscarla al patio de la temida doña Amelia.  ¿Encontrará su pinza? ¿Y a sus pájaros? ¿Y algo más?

 

Me maravillan la facilidad que tiene Arturo para escribir sobre el amor. Sus ideas son originales, su prosa es poética, estupendamente escrita, sin resultar en ningún momento ñoña o cursi. La historia es arriesgada. ¿Un dios y una tendedera? Sin embargo, es accesible, perfectamente resuelta, y permite más de una lectura y un final abierto a un sinfín de posibilidades.

La ilustradora ha combinado trazo y collage para crear unas ilustraciones deliciosas, delicadas, precisas y preciosas.

¡Les dejo esta ilustración para que vayan haciendo boca en lo que leen la historia, totalmente recomendable!