Esta semana, por las tardes, después de trabajar toda la mañana en sus colegios e institutos, algunas con cargo directivo, han llegado a casa mediocomidas y se han puesto delante del ordenador a formarse.

Eran profesorado que se ha inscrito a este curso sobre creatividad en la lectura y la escritura que ha organizado el Centro de Educación al Profesorado de La Laguna y que se ha realizado a través de Google Meet.

El CEP ha contado con Blanca Villa, especialista en escritura creativa y conmigo para tratar la narración oral en el aula.

El martes, durante 2 horas y media, hablamos sobre la narración oral, sobre sus fundamentos, sobre los cuentos de tradición oral y el camino de su preparación hasta ser contados.

Este día utilicé una presentación en Power Point que, al ser a través de Meet, no me permitía ver la presentación y las caras de las asistentes a la vez. Además, creo que la formación online, al exigirles los micrófonos cerrados, les hace querer participar menos, sentirse menos impelidos a hablar.

Por eso terminó ese día y yo no tenía ni idea de cómo se habían sentido, de si había llegado. Apenas habían respondido a algunas cuestiones, siempre las mismas 3 o 4 personas pero sobre todo, yo no les había visto las caras.

Pero el miércoles me llegaron valoraciones que hacen al final de cada sesión. Al CEP se le ha ocurrido que una buena forma de evaluar es escribir “Antes pensaba… ahora pienso…”. Comparto solo unas pocas:

“Antes pensaba que los cuentos servían como pretexto al docente para introducir contenidos nuevos. Ahora pienso que también sirve como regalo para los oídos. En Secundaria también deben llevarse al aula.”

“Antes pensaba que al contar un cuento tenía que explicarlo todo al detalle para enganchar al público que me escuchaba, pero ahora pienso que debo seleccionar lo que realmente conecta conmigo y con el gesto, la mirada, mi voz… llevar al que escucha al cuento que siento  y he creado, visualizándolo en mi cabeza (viviéndolo).”

“Antes pensaba que narrar un cuento era algo innato con un poco de imaginación… ahora veo que, como todo secreto del éxito, exige gran trabajo y dedicación…¡y es todo un arte!…visualizar y hacer pasar por los sentidos lo que queremos contar…”espontáneamente”…¡un arduo trabajo que merece la pena!, pues, ciertamente, son regalos invaluables para el corazón.”

Si estas valoraciones no me hubieran llegado, habría afrontado el jueves con otro espíritu, con la misma duda sobre si estaba siendo útil o no. Pero tras leerlas no hubo duda de que ya estábamos por el buen camino.

El jueves lo dedicamos al Libro álbum en el aula, a su selección y a todas las posibilidades que presenta para el trabajo y disfrute con el alumnado.

Este día decidí que no habría presentación. Les envié un esquema previamente con los contenidos y durante la sesión les pedí que, cuando mostrara un libro, pincharan para verme en grande y así no perderse los detalles.

Pude verles durante todo el tiempo e interpelarlas más para que respondieran a esto o aquello. ¡Sus valoraciones fueron inmejorables!

“Ahora conozco las diferentes partes de un libro, la diferencia entre un libro álbum y un libro ilustrado y conceptos claves tan importantes como “intertextualidad” o “metaficción” y ¡me he enamorado de los libro álbum!”

“Antes pensaba que conocía los libros que tengo en mi estantería. Ahora pienso que hay que fijarse más en los detalles y redescubrirlos… voy a empezar a sacarlos tan pronto como pueda. Ya hoy saqué “¡Pato! ¡Conejo!” y me lo llevo para el cole, para poder mañana redescubrirlo con mi alumnado.”

“Antes pensaba que el álbum ilustrado era solo para niños/as y ahora sé que es para todas las edades, me ha encantado esa definición que has compartido de que el libro álbum no se puede escuchar por la radio.”

En fin, desde aquí, agradecer al CEP su invitación y a todas las docentes y los docentes con los que he compartido esta semana su implicación, su atención y su cariño.

¡Y que los cuentos nos sigan haciendo crecer!