Ilustración: Thierry Martin
Gustave Lanson, historiador y crítico literario francés, ya lo dijo, allá por 1894:

“La idea de que un niño cuando sale del liceo ha de ‘saber’ literatura es una de las más absurdas que conozco: la literatura, para la mayor parte de las personas, no ha de ser un objeto de conocimiento positivo, sino un instrumento de cultura y una fuente de placer. Ha de servir al perfeccionamiento intelectual y ha de producir un placer intelectual. Por lo tanto, no se trata de ‘saber’: se trata de frecuentar y de amar.”

Frecuentemos y amemos, pues.