Hoy les traigo una preciosa novedad, un libro titulado “Hay un niño nuevo en clase”, escrito por mi querido compañero Diego G. Reinfeld, ilustrado por Alicia Warhola y editado por Nuevo Nueve.

Es un álbum ilustrado de los que yo llamo “puro”, de lo que más me gustan, de los que cuentan la historia desde la cubierta y contracubierta, guardas y portada. De los que son ricos en detalles que analizar y tienen una relación imagen-texto contradictoria.

Les cuento: si tomamos el libro por primera vez y lo analizamos por fuera, sin saber nada de él y prestando atención a los detalles, encontramos en la cubierta una imagen vista desde el punto de vista del niño nuevo que llega al aula, al que todos miran entre contentos, expectantes y extrañados. La contracubierta nos muestra la imagen del colgador de mochilas y una sombra en la que claramente se diferencia la silueta de un vampiro. La sinopsis, escrita dentro de un tablón de corcho de aula, reza: “El lunes en el que el niño nuevo llegó a clase todo empezó a cambiar. Su mirada y su sonrisa conquistaron a todos, pero yo creo que no era para tanto”.

Si nos fijamos también en el detalle del lomo, encontraremos una simpática referencia al vampiro también.

En las guardas interiores, tanto inicial como final, hallamos un buen puñado de murciélagos volando de acá para allá.

Y continúa la historia antes de la historia en la página de créditos y en la portada, donde vemos múltiples referencias al zumo de ajo y al ajo mismo, que nos pone directamente en la voz de la narradora, una niña, la del centro de la ilustración de cubierta, más extrañada que los demás.

A lo largo de las páginas, la niña nos cuenta su experiencia ante la llegada del extraño niño nuevo. La historia que cuenta la niña y la que cuenta la imagen se contraponen todo el tiempo, lo cual involucra a la capacidad de madurez interpretativa de quien lee.

Ella solo ve un niño nuevo, con aire teatral, que viste raro, tiene una mirada hechizante que engatusa a todos y que no deja de hacer cosas extrañas para llamar la atención. Mientras tanto, la imagen nos cuenta “lo que en realidad sucede”: el niño es un vampiro que, efectivamente, hechiza, cuelga del techo y muerde a todos los niños y niñas menos a nuestra protagonista. ¿Por qué será ella inmune? ¿Se acuerdan del detalle de la portada?

Es un libro, como digo, con gran riqueza de interacción entre texto e imagen, con humor e ironía. Las ilustraciones son agradables y equilibradas y la tipografía recuerda a la caligrafía escolar, lo cual concuerda perfectamente con el lugar donde sucede la historia y quien la cuenta. En ocasiones las ilustraciones están creadas a doble página y en otras la página impar continúa lo que empezaba la par. También encontramos situaciones estilo cómic, con el personaje moviéndose y generando varias acciones en una misma página. Esta mezcla puede resultar confusa en ocasiones, pero por otro lado otorga mucho movimiento a la trama.

Permite múltiples lecturas, permite ser narrado oralmente con libro, es muy divertido y estoy segura de que se convertirá en un clásico cuando se acerque Halloween de nuevo.

La editorial Nuevo Nueve, que normalmente se dedica a la edición de cómics, ha dado un gran paso incluyendo un primer álbum ilustrado en su colección. ¡Y qué álbum! Aquí pueden visitar la web de la editorial y hacerse con un ejemplar del libro.

Y si siguen las redes de Diego, Alicia o la editorial, podrán participar en un sorteo para llevarse un ejemplar, ¡aún están a tiempo!