La vocecita
MICHAËL ESCOFFIER
KRIS DI CIACOMO
¡Un cuento sobre un camaleón!
¡Con lo que a mí me gustan los camaleones! Eso pensaba yo mientras veía la
portada y la portadilla de este nuevo libro álbum que Kókinos acaba de
publicar y que he conocido gracias a Lili Cuentacuentos. ¡Qué fantásticas ilustraciones! me decía antes de comenzar a leer.
Pero lo mejor no había aparecido aún.
¡Con lo que a mí me gustan los camaleones! Eso pensaba yo mientras veía la
portada y la portadilla de este nuevo libro álbum que Kókinos acaba de
publicar y que he conocido gracias a Lili Cuentacuentos. ¡Qué fantásticas ilustraciones! me decía antes de comenzar a leer.
Pero lo mejor no había aparecido aún.
Perico
se acaba de comer una mosca enorme y riquísima y claro, después de tumbarse un
rato a descansar, le entran unas ganas terribles de hacer caca. Encuentra el
lugar perfecto: un árbol. Cuando va a limpiarse se da cuenta de que se ha
terminado el papel higiénico. Vaya, ¡qué infortunio! ¡qué desazón! ¿Qué hará
ahora? Entre las ramas, encuentra un calzoncillo agujereado que parece no tener
dueño, así que se limpia con él y lo tira entre los matorrales. Al instante,
una voz desconocida que se presenta como su conciencia le llama la atención: ¡¡¿Te parece bonito?!!
se acaba de comer una mosca enorme y riquísima y claro, después de tumbarse un
rato a descansar, le entran unas ganas terribles de hacer caca. Encuentra el
lugar perfecto: un árbol. Cuando va a limpiarse se da cuenta de que se ha
terminado el papel higiénico. Vaya, ¡qué infortunio! ¡qué desazón! ¿Qué hará
ahora? Entre las ramas, encuentra un calzoncillo agujereado que parece no tener
dueño, así que se limpia con él y lo tira entre los matorrales. Al instante,
una voz desconocida que se presenta como su conciencia le llama la atención: ¡¡¿Te parece bonito?!!
El
arrepentido reptil obedece a la voz y trata de enmendar su error, limpia el
calzoncillo y lo pone a secar.
arrepentido reptil obedece a la voz y trata de enmendar su error, limpia el
calzoncillo y lo pone a secar.
¡Y aquí viene lo mejor! Lo que
pasa es que no lo puedo contar porque entonces destruyo la sorpresa y lo más
divertido del cuento. No crean que no me cuesta callarme, pero está tan bien
que les invito a ir a la biblioteca o librería más próxima (o venir al
cuentacuentos que hago mañana –esto es aprovechar la coyuntura para venderme-)
para que lo descubran.
pasa es que no lo puedo contar porque entonces destruyo la sorpresa y lo más
divertido del cuento. No crean que no me cuesta callarme, pero está tan bien
que les invito a ir a la biblioteca o librería más próxima (o venir al
cuentacuentos que hago mañana –esto es aprovechar la coyuntura para venderme-)
para que lo descubran.
En fin, un libro que apunta ser
un éxito. Con una anécdota escatológica, una tipografía cambiante según el
personaje que hable (incluido el narrador), unas ilustraciones llamativas y un
final ingenioso, muestra con claridad la esencia del libro álbum, ya que las
últimas páginas del libro lo explican todo sin apenas necesidad de texto.
un éxito. Con una anécdota escatológica, una tipografía cambiante según el
personaje que hable (incluido el narrador), unas ilustraciones llamativas y un
final ingenioso, muestra con claridad la esencia del libro álbum, ya que las
últimas páginas del libro lo explican todo sin apenas necesidad de texto.
Un buen álbum para contar, de
esos sin más pretensiones que hacer pasar un buen rato, aunque muchos dirían: “es
un libro que sirve para que los niños aprendan urbanidad y respeto…” pero qué
va. Es mucho más… y mucho menos.
esos sin más pretensiones que hacer pasar un buen rato, aunque muchos dirían: “es
un libro que sirve para que los niños aprendan urbanidad y respeto…” pero qué
va. Es mucho más… y mucho menos.
¡Disfrútenlo!