De 0 a 3: Para la biblioteca del bebé
Como sabemos, acercar los libros a los bebés es algo que podemos hacer desde su nacimiento, no tenemos que esperar a que aprendan a leer ni a que adquieran otras habilidades básicas. Desde la cuna podemos ofrecerles una gran cantidad de tipos de libro para que manipulen, analicen, jueguen, chupen, y, en fin, disfruten con todos sus sentidos. Eso, añadido a nuestras voces, nuestros gestos y nuestro tacto, acerca a los pequeños a una voz literaria que reconocen y llenan de sentido.
Para los primeros meses se recomiendan libros de tela que cuentan en sus páginas con elementos sonoros, con pequeños mordedores, espejos, solapas de peluche, etc. Hay algunos libros desplegables en blanco y negro por un lado y color en el otro que pueden extenderse en la cuna o bien replegarse para recuperar su forma de libro. Hay otros perfectos para llevar en el cochecito. Encontramos una gran variedad de materiales estimulantes: de distintos tipos de tela, de plástico para el baño y de cartoné, algunos rellenos de goma eva u otros materiales para que sean suaves cuando los muerdan.
Los bebés aprenden a conocer el formato libro desde muy pequeños, a entender su funcionamiento, el paso de las páginas, la secuencia de imágenes, la construcción de la historia. Es magnífico que los muerdan y los chupen, que los hagan suyos de todas las maneras posibles. Que quieran que les lean y relean por escuchar nuestra voz, leer y repetir nuestros gestos, cantar con nosotros, observar las imágenes y tocar el objeto libro.
Normalmente
encontramos libros en los que hay un elemento y una palabra relacionados con el mundo cercano del niño. Son enumerativos y no cuentan una historia, no van más allá. Este tipo de libro es funcional para que manipulen y suelen ser muy valorados porque favorecen el enriquecimiento del vocabulario pero no me parecen interesantes a nivel literario o estético. Esto no es un problema porque la cuestión es ofrecer una variedad de tipos de libro y eso, unido a lo que nosotros cantemos y contemos, hará un buen equipo. Serán estimulantes a nivel visual y nos acercarán a ellos.
Editoriales como Susaeta o Usborne cuentan con una gran variedad de libros de este estilo. Yo suelo recomendar en este sentido la colección “Bebé inteligente” de Susaeta, que se dirige a distintas franjas de edad del bebé con la intención de estimularles según su desarrollo. La colección de Usborne “El bebé toca” o, por ejemplo, los títulos “Mi primer libro de contrastes”, “La ropita”, “Mi primer libro de palabras”, me parecen interesantes en tanto en cuanto favorecen la conexión de los padres con el bebé: momento afectivo compartido en torno al libro, estimulación sensorial, etc.
Sin embargo, hay algunas publicaciones para bebés que son muy interesantes a nivel literario y por las que tiendo a decantarme. En la entrada anterior les hablaba de la colección “De la cuna a la luna” de la Editorial Kalandraka o de “Colección Xiquets” de la Editorial La Fragatina, propuestas que juegan con el cancionero popular, la rima, la estructura de la imagen, etc. Y vengo a compartir un hallazgo que hice gracias a una de mis librerías preferidas, la Librería de Mujeres, que participó hace dos días en la Feria del Libro de mi pueblo. Es una pequeña colección de la editorial COMBEL que me ha encantado.
Se titula LOS TRES PEQUES, del ilustrador catalán Christian Inaraja y es un paquetito que contiene tres libros: uno de cartoné, otro de plástico para el baño y otro de tela. Me han parecido encantadores y muy buenos para comenzar la biblioteca del bebé, pero me ha gustado especialmente lo que cuentan. No es sencillamente una enumeración de objetos, sino una propuesta de juego a partir de preguntas, que favorecen que el progenitor juegue, se pregunte y se responda, describa… y haya mucho más de dónde partir para contarle y cantarle al bebé.
Me parece muy interesante que incluso teniendo este formato de libro para bebé con diferentes materiales el autor utilice la cubierta y la contracubierta para seguir contando la historia, al estilo de los álbumes ilustrados. En los títulos “¿Y tú dónde vives?” y “¿Quién come qué?” el personaje que hace la pregunta aparece en la portada. En ambos libros la historia finaliza incluyendo al niño como protagonista de la respuesta en la pregunta final, lo cual juega con la identificación tanto del padre como del bebé.
El libro de cartón, titulado “¿Quién es mi amigo?” va enumerando parejas de animales amigos hasta que en la penúltima página encontramos una pandilla de diferentes animales que incluye a una
mofeta. El libro termina con un consejo: ¡Cuidado con la mofeta! En este caso facilita un punto de partida para que contemos y expliquemos al bebé, hagamos gestos y juguemos libremente. Me parecen unas ilustraciones ricas, sencillas y expresivas. Tres librillos llenos de buenas propuestas y muy recomendables para iniciar o continuar la biblioteca del bebé. ¡A disfrutarlos!