Detrás de la creación de un espacio especialmente pensado para que los menores de tres años disfruten de la biblioteca está la idea de que son bienvenidos y bienvenidas a la misma, son lectores y lectoras.

Ofrecerles un lugar agradable y cálido en el que puedan sentarse con comodidad, en el que libros especialmente escogidos estén a su alcance, es decirles que aquí también hay sitio para ellos y ellas.

Desde la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Candelaria me pidieron asesoramiento para generar un espacio así y la idea no pudo más que emocionarme. Les presenté una propuesta, la aceptaron y nos pusimos manos a la obra.

Decidí contar con Sofía Pagel, de LoVerde, ya que en su tienda vende muchísimos de los elementos que sabía que quería: sillones para crear un rincón de lectura a la medida de los bebés, Tippies preciosos, banderolas… todo ello respetuoso para los bebés y hecho artesanalmente. Y cómo no contar con Sofía, que cuida hasta el mínimo detalle y hace que todo sea bello convirtiéndolo en hogar.

Valoramos el espacio disponible, la posible disposición de los rincones y los colores, contando con las paredes grises y blancas, las sillas rojas, las mesas blancas, el suelo oscuro… comenzamos escogiendo la tela principal para que tuviera equilibrio con lo demás, la que llevaría el Tippie.

Después, Sue, la artesana, se puso manos a la obra escogiendo otras telas lisas que conjuntaran. Se usarían para crear cojines de diferentes tamaños y para el diseño de las banderolas. Las telas se han comprado aquí, en Mercería Canarias.

Los rincones estaban claros: un rincón con sillones, cesta y alfombra a la medida de los bebés que les invitara a sentarse cómodamente y leer, un Tippie que creara ese espacio mágico de lo oculto y lo privado y que diera rienda suelta a la imaginación, un sillón con cojín de lactancia especialmente pensado para las mamás que lo puedan necesitar, varios espacios de estanterías a la altura de las diferentes edades, desde el gateo a los mayores, y todo bien delimitado por las alfombras y las banderolas. También hemos añadido las letras BEBETECA, para bautizar el lugar.

En este enlace pueden ver el proceso de creación y cada rincón de la BEBETECA.

Sofía consiguió unas alfombras de goma eva sin tóxicos, pensada para bebés, que además tenían dos diseños, el que pueden ver del Alfabeto, y por el otro lado, manchitas de color. Pensamos desde el principio, junto a los técnicos de cultura, en que todo fuera desenfundable y lavable. Además, las telas con las que se ha trabajado son 100% algodón, perfectas para el contacto con la piel de los bebés.

Hemos querido crear un espacio que hable por sí solo, que diga a la primera infancia: ven, pasa, aquí tienes un sitio, la biblioteca también es para ti.

Además, ha sido necesaria una selección amplia y de calidad de títulos dirigidos especialmente a estas edades que hemos conseguido con el apoyo de Amalia, de la librería Más que papel de Tacoronte, aparte de un nuevo fondo que ha sido solicitado por la biblioteca y que se está ampliando.

Esperamos que sea un lugar de disfrute, que se cuide el mobiliario para que todos y todas lo podamos disfrutar, que las personas adultas no dejen solas allí a su bebé sino que aprovechen el tippie, los cojines en el suelo, las alfombras para sentarse junto a ellos/as. Queremos que nuestra gente pequeñita deambule curiosa y segura, que visite los libros como quien visita un sueño, en brazos de su familia y con las voces que le cuentan el mundo.

Gracias a Cultura de Candelaria por la confianza depositada en mi trabajo, por su cercanía y el fantástico equipo de limpieza y mantenimiento que nos ha acompañado hoy en el montaje.

Gracias a Sofía por hacerlo todo tan fácil, y por supuesto, a Sue, por sus manos, su creatividad y su cariño.

¡Seguimos!